La mayoría de las teorías filosóficas son intentos de entender el mundo. Quiénes somos, por qué somos, para qué somos, etc. Pero la filosofía del absurdo no pierde el tiempo en eso. Su respuesta a la eterna pregunta "Cuál es el significado de la vida" es "Ninguno", "No hay significado", "No hay razón".

El absurdismo es una corriente filosófica y literaria que surge a mediados del siglo XX, principalmente asociada a la obra del escritor y filósofo francés Albert Camus. El absurdo es considerado como una condición inherente a la existencia humana, donde hay una falta de significado intrínseco en el universo y una desconexión entre las aspiraciones y la realidad.

El absurdo se basa en la idea de que los seres humanos tienen una necesidad natural de buscar un propósito o un sentido en la vida, pero se encuentran con un mundo que no ofrece respuestas o significado alguno. Esta falta de sentido provoca una sensación de angustia, alienación y desorientación. Según el absurdismo, los intentos humanos de encontrar un significado absoluto o una verdad trascendental son fútiles y, en última instancia, absurdos. En lugar de buscar un sentido universal, Camus propone que los individuos deben enfrentar el absurdo de la vida y encontrar su propia libertad y significado en las acciones y decisiones cotidianas. Es decir, cada persona es responsable de darle sentido a su propia existencia a pesar de la falta de sentido general. En la literatura, el absurdismo se caracteriza por el uso de situaciones y personajes absurdos, diálogos desconcertantes y un tono irónico. Obras como "El extranjero" y "La peste" de Albert Camus son ejemplos destacados del absurdo en la literatura.

En el caso de Sísifo, Camus utiliza su tarea eternamente repetitiva de empujar una roca cuesta arriba como una metáfora de la condición humana. A pesar de que la tarea de Sísifo es absurda y carece de un propósito trascendental, Camus destaca la actitud desafiante y heroica de Sísifo al aceptar su destino y encontrar cierta dicha en su insubordinación frente a lo absurdo. Aunque Sísifo está condenado a repetir su tarea una y otra vez, su persistencia y resistencia representan una forma de rebelión contra el absurdo.

Camus sostiene que la felicidad y el absurdo están intrínsecamente ligados. Aunque la vida carezca de un sentido absoluto, los seres humanos tienen la capacidad de encontrar momentos de felicidad y sentido en las pequeñas acciones y experiencias cotidianas. Al enfrentar el absurdo y rebelarse contra él, los individuos pueden encontrar cierta esperanza y sentido en su existencia.

Es importante destacar que Camus no propone una solución definitiva al absurdo, sino que enfatiza la importancia de vivir plenamente a pesar de su presencia. La idea de "juzgar que todo está bien" no implica una negación de la realidad absurda, sino una aceptación y una elección de enfrentarla con una actitud valiente y desafiante.

El pionero del "absurdismo" fue el filósofo danés Søren Kierkegaard, quien dijo que "como la realidad de Dios está por encima la comprensión humana, es absurdo que los humanos tengan fe en Dios".

El escritor y filósofo francés nacido en Argelia Albert Camus (1913-1960) creía que, como la vida no tiene sentido, podemos adoptar una de dos actitudes: le ponemos fin a todo o nos encargamos de encontrarle nuestro propio significado. En todo caso, no importa.

La filosofía del absurdo ha tenido una fuerte influencia en las artes. La idea de que nada tiene significado o sentido es liberadora, particularmente en áreas como la literatura y el teatro, que tradicionalmente se han dedicado a la búsqueda de significado. El "absurdismo" dio vida al Teatro del Absurdo, probablemente el único movimiento teatral inspirado por la filosofía.